viernes, 6 de febrero de 2009

Un genio

Hoy me apetece darle las gracias a Bill Gates, y no es por los avances que ha hecho en el mundo de la informática, que a mí con lo básico me vale, sino por lo que soltó (literalmente) el otro día en una conferencia. Pues ahí que está el tío hablando sobre la malaria y de repente abre un bote del que vuelan un montón de insectos y dice que no le parece justo que sólo los pobres contraigan esa enfermedad. Imaginaros la cara que se les tuvo que quedar a todos los traejados allí presentes, no sabían si correr o cambiar de sistema informático. Al minuto Gates dijo que no se preocuparan, que esos mosquitos no eran transmisores ni de la malaria, ni de la gripe, pero quiso llamar la atención sobre la injusticia que supone la desigualdad a la hora de contraer enfermedades entre distintos individuos. ¿Por qué no se invierte dinero en vacunas contra la malaria, chagas...? Se gastan más millones en tratamientos contra la calvicie y cremas hidratantes que para salvar vidas. ¿Dónde está la ética y la moral? ¿Qué es lo realmente importante? ¿Por qué no vemos más allá de nuestro ombligo? Los Gobiernos deberían plantar cara a los laboratorios y moverse por cosas más importantes que el dinero. Aunque suene a utopía espero que sigamos luchando por un mundo justo en el que todos tengamos las mismas posibilidades de reír, llorar, disfrutar y patalear.

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